sábado, 16 de febrero de 2013

Globos

Versión 1.02

Los globos de los niños van por la calle muertos de miedo. Una greguería de Ramón Gómez de la Serna.

Repito cita, pero es que venia muy bien.

Ayer fue el cumpleaños de N, y le compramos veinte globos. Veinte globos hinchados que cuando los sueltas en su cuarto corren a pegarse en el techo. Y todos los años hay que ir a recogerlos y los llevamos a casa.

Algunos datos útiles:
  • Me dice Google Maps que, andando, debo haber tardado unos 23 minutos en llevarlos a casa. Esos 23 minutos consisten en evitar árboles, fachadas, fumadores y grupos de personas de esas que ocupan toda la acera y que no se mueven, por suerte el camino a casa es de aceras anchas.
  • Los globos te los entregan atados a una bolsita de arena que impiden que se vuelen. La bolsa de arena pesa unos 99 gramos unida a los globos. ¿Sola? unos 239. No es necesario temer el salir volando por el cielo como el protagonista de Up. Para levantarnos necesitaríamos unos 500. Algo menos si no es usted tirando a grueso.
  • Cuestan algo más de un euro por globo.
  • Y por fin el último dato, pero esta no es útil. La gente está triste. Sí, es cierto que donde los compro es un barrio bien, ya saben gente estirada y seria. Pero todos los años alguien se acercaba y me preguntaba por qué llevaba tantos globos. Otros esbozan una sonrisa. Este año ha habido muy pocas sonrisas, muy muy pocas. Y sólo ha habido un comentario “¿los llevas a casa de Ana Mato?”

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