miércoles, 13 de junio de 2012

287 – Medem

Dos personas me han dicho en los últimos días que abren el correo esperando encontrarse algo mío. Y no saben que subidón, oiga. Recuerdo que Ra me contó, que sabía del caso de una cajera que, por mejorar su trabajo, decidió que iba a hacer lo posible para que el rato que la gente tratara con ella al pagar, fuera el mejor momento del día.

Yo no aspiraría a tanto, de hecho espero que ustedes tengan al día algo mejor que lo que me leen. Y no puedo negar que me encantaría que todos abrieran el correo esperando que haya uno de estos panfletos, y que después de leído fuera aun mejor.

Y con esa voluntad se hace, y no sólo esto, el otro día contesté un mensaje, y me hubiera gustado haber dado algo. Algo probablemente difuso, pero algo bueno, espero que Cristina lo haya notado.

¿Que cosas son importantes? ¿Soy un mitómano? (esperen, yo todavía estoy pensando de qué estoy hablando) A lo primero diría que nada o todo. Un ejemplo: básicamente el trabajo (mi trabajo, mis tareas, no el concepto del trabajo o la idea del trabajo o el problema del no-trabajo) es importante a corto plazo (digamos unas horas) y poco importante a largo plazo (digamos unas pocas horas más). Mi trabajo es importante cuando las cosas van mal (digamos que de un poco mal a muy mal) y deja de ser importante cuando las cosas van bien (digamos que un poco mejor que cuando van mal).

En lo que me afecta mi trabajo es importante, más en el trabajo que fuera del trabajo (digamos que fuera del trabajo es cuando quedan unos dos días para volver a trabajar). Pero digamos también que es importante todo el rato porque no se hacer que las cosas dejen de importarme o que dejen de rondarme en la cabeza.

Afinemos aun más, ¿que es importante como para importarme? Pues como distinguía Alberto Pérez no debemos confundir nosotros aquello que importa que aquello que es importante. ¿Es confuso? ¿está usted confundido? eso, es responsabilidad mía, pero no sé hacerlo mejor. Hacerme entender yo tiene importancia pero no es importante. A mi me importa aquello que tiene importancia y me da igual lo que es importante. Tiene sentido.

Y yendo al grano, mi trabajo me importa cuando es mi trabajo y deja de importarme cuando deja de ser mi trabajo. Y evidentemente esto de (mi) trabajar no tiene ninguna importancia y no es de lo que quería hablar (sí, eso después de 7 párrafos).

Rápidamente: el sábado estuve en la feria del libro, Nora y Javi fueron a ver a Pepa pig y arrastraron a sus madres, el cuñado y yo por accidente fuimos a ver a Julio Medem. Por accidente significa que no íbamos a eso, que no sabía que había escrito un libro, que no sabía que estaba allí. Y cuando le vi pensé "me acerco, no me acerco" y me acerqué y le conté como era de importante para mí lo que hacía (no le conté, le dije, no me hubiera importado contárselo). Y es importante para mi pq he pasado mucho tiempo viendo su trabajo, y lo bueno es que cuando pasa el tiempo mi trabajo no me importa y el suyo me importa mucho mucho.

¿Y qué me importa mucho? digamos que todas, ¿y mucho mucho? "Vacas", "Tierra", "Lucía y el sexo" y sobre todo "Los amantes del círculo", pero no crean que me importan mucho menos "La ardilla roja", "Caótica Ana" o "Habitación en Roma". Y comprendo que estas cosas te tienen que gustar porque son muy personales. Muy personales, así que siento que se me está dando algo, y algo que me gusta. Y por eso le estoy  muy agradecido

Y aunque el cuñado dice que pareció gustarle, yo espero no haberle molestado.

No, no soy un mitómano, no me gustan los mitos. Me gustan las cosas que hacen algunas personas. Y a veces esas personas. Julio Medem, desde luego, parecía un gran tipo.

LOST+FOUND
  • Ra y Manolo dicen recordarme asaltando a Miguel Rellán, también en la feria del libro, y verme recitarle parte de su papel de "Amanece que no es poco" ¡Y que ilusión me hizo!
  • Y en esa feria compré un libro de Rellán, "Seguro que el músico resucita". Y es un libro que mola mucho, muy barroco. Uno de esos barrocos, como de Francisco Nieva con escenografía de José Hernández. Como "Pelo de tormenta".
  • ¿No les he hablado de José Hernández? pues es mi pintor favorito.
  • Para el próximo post, debería hablar de Max.

No hay comentarios:

Publicar un comentario