lunes, 18 de junio de 2012

288 – Melancolia y Sacrificio


«[..] sospecho que estamos ante la vieja mentalidad del “trabajo de las depresiones” de Joseph Schumpeter: la idea de que todo sufrimiento cumple de algún modo un objetivo necesario y que sería una equivocación mitigar ese sufrimiento aunque solo sea ligeramente.»

«Pero corren tiempos de locura enfundada en trajes caros.»

Ambas citas son de un artículo traducido por "El país" de Paul Krugman, llamado algo así como "Bienvenido a los años treinta".

La segunda es sólo porque me ha hecho gracia, supongo que no le daré más vueltas.

Llevo un par de párrafos intentando darle la vuelta a la primera cita, cuatro enormes párrafos para descubrir que  no, no le puedo dar la vuelta porque en lo más profundo de mi creo en ello. Y descubro sin ninguna sorpresa que tengo fe en que toda cura tiene asociado su sufrimiento. Y si pienso en ello, sé que menuda gilipollez, que no, que no es así.

Y no se porqué divago hacia otra dirección. Y pienso en "Melancolía" o "Sacrificio" que a mi me gustan mucho pero que no es necesario que ustedes vean. De hecho, si tienen intención de verlas paren aquí, aunque no cuente mucho del argumento sí diré qué creo que cuentan.

Creo que hay una extraña idea de tristes y melancólicos de que lo que ellos sienten se ve en el universo. Que el todo se comporta acorde a como me siento. Claro que esto deja fuera del universo a aquellos que ahora se sienten felices, porque el todo está triste. Fuera se queden.

"Melancolía" habla de lo destructiva que puede ser la melancolía.
Literalmente destructiva. "Sacrificio" habla de cómo mi sacrificio puede cambiar el mundo, de como el futuro está dispuesto a ser renegociado solo porque yo entregue mi sufrimiento a cambio.

Y las citas de Krugman y lo que dicen Von Trier y Tarkovski esencialmente me parece que son lo mismo y descubro que esto ya existía en palabras de Schumpeter.

"Melancholia" es la última película, por ahora, de Lars Von Trier, y "Sacrificio" fue la última película de Andrei Tarkovski, ambas yo creo que son películas maravillosas, y que ambas tratan de problemas muy humanos, que quizá sea la propia transcendencia, la importancia que tiene lo que uno siente (que, en realidad, oscila entre poca o ninguna, por eso hacemos películas o escribimos panfletos como este).
O más seguramente como nos negamos a eso, que en sí mismo es un tema.

Como muchas veces he dicho, trabajo en modo supervisión, y mientras una mitad escribe la otra piensa que esto no le interesa a nadie. Me parece bien.

Lost+found
  • Sobre la locura enfundada en trajes caros, me recuerda el origen de todo esto y pienso que Reagan, Tatcher o el otro no eran esencialmente elegantes. Luego caigo en que pone caro no elegante.

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