viernes, 12 de marzo de 2010

Día 137

¿Tres en tres días? No, si al final va a ser como era antes. Lo que si que no he hecho es volcar los tres últimos mensajes en la web (evidentemente, si lo estás leyendo aquí es que ya lo he hecho). Y, por cierto, hablando de la Web, he tenido un visitante desde Moscú.

No he tenido muchas visitas, como mucho veinte diarias, normalmente no más de tres o cuatro, pero mola cuando ves que la gente lo visita. Ha habido visitas de casi toda (si no toda) América, Inglaterra, Francia, Italia, Turquía y Moscú. ¿De dónde no ha habido que me hubiera gustado? de, por ejemplo, Mongolia o Nueva Zelanda. Y eso sí, soy tan poco sugerente que no he tenido ni un solo comentario, y eso si que duele.

Primer comentario: Pink Floyd. Parece ser que ha ganado su juicio a EMI, su casa de discos de toda la vida. El problema es que EMI quería empezar a vender canciones sueltas en la red. Los miembros del grupo mantenían que era el LP la unidad básica de su obra, no las canciones, y que había un contrato que les obligaba a mantener esta integridad. Si es así, me alegro, creo que hacía mucho que no había enfrentamientos por cuestiones artísticas. Lo raro es que el enfrentamiento no sea simplemente por pasta. De todas formas hay que releerlo, que yo sólo he mirado el titular.

Nos hemos acordado de que la generación Beat eran ávidos escuchadores de Jazz, y además escuchadores activos (fuerzo el escribir escuchador), que parece que vivían los discos que oían. Pero no sé porque a mí se me ha ido la cabeza hacia Cortazar. Primero a “El perseguidor”, que es un cuento sobre Charlie Parker. Recuerdo que alguien me decía que Parker es al Jazz lo que Hendrix al rock. Quien esté interesado en estas cosas que vea la película de Clint Eastwood “Bird”, Bird, era, claro, Charlie Parker. Y el cuento de Cortazar posiblemente tenga ese ritmo.

Pero siempre que llego a Cortazar, llego a “El otro cielo”. El cuento de Julio Cortazar sobre Isidore Ducasse, también conocido como el Conde de Lautreamont . En América latina Rubén Darío tradujo su ¿única? obra, “Los cantos de Maldoror”.

Y a partir de aquí fusilo http://elmundoincompleto.blogspot.com/2009/11/los-cantos-de-maldoror-i.html y la wiki.

Y de qué van "Los cantos", En Los cantos de Maldoror ensalza el asesinato, el sadomasoquismo, la violencia, la blasfemia, la obscenidad, la putrefacción y la deshumanización. Pues según Ducasse Mi poesía consistirá en atacar al hombre, esa bestia salvaje, y al Creador, que no hubiese debido engendrar esa carroña. Para aquel que piense que la poesía es algo blando, que no es épico, Maldoror es a la poesía como la guitarra eléctrica a la bandurria (y que conste que la bandurria es una cosa que mola mucho). Para Leon Bloy son Blasfemias de un libro monstruoso.

Quizá hasta Darío reniega de la obra con un libro diabólico y extraño, burlón y aullante, cruel y penoso. Pero Lugones parece que lo leyó en la misma época que escribía “Metempsicosis” y consiguió maravillas como esta:

(…) y había un mar, pero era un mar eterno, / dormido en un silencio sofocante/ como un fantástico animal enfermo. / Sobre el filo más alto de la roca/ ladrando al hosco mar, estaba un perro.

Y llega un día que Ducasse cambia, y con veinticuatro años empieza a apreciar el bien y decide escribir sobre el bien, y se muere.

Y leo en la Wiki lo mejor de todo En el año 2004 (más de 130 años después de la muerte del poeta) la artista neoyorquina Shishaldin solicitó formalmente al gobierno de Francia (mediante una carta a su presidente Jacques Chirac) el permiso para casarse póstumamente con Lautréamont. En Francia, debido a una curiosa y antigua ley en desuso, el presidente tiene la autoridad de sancionar casamientos entre personas vivas y muertas; es decir, de modo póstumo.

Después de todo esto, léanse el cuento de Cortazar, y no verán nada de esto, es algo más sutil. Y hay que aprovechar, que se han reeditado los cuentos completos de Cortazar. Yo creo que tengo la "obra completa" y por otro lado los "cuentos completos". Y se han encontrado unos pocos textos nuevos. Con lo que ya no tengo ni la obra completa, ni los cuentos completos…

Segunda parte. Y lo que dije ayer: Werner Herzog.

Pues este es un señor alemán que hace películas.

Y es un señor que camina, que yo sepa ha llegado hasta Albania, hasta París.

Y hace documentales y obras de ficción y es de esas cosas que me gustan a mí. Hace poco salió su versión de “Teniente corrupto” que ya había hecho Abel Ferrara antes, y división de opiniones. Pero se montó sobre todo porque dijo no haber visto la otra versión o que no sabía que existía, o algo así.

Blackie Books ha sacado un libro con su diario de la filmación de "Fritzcarraldo", que es la historia de un tipo empeñado en fundar un teatro de la ópera en medio de la selva amazónica, creo que en Iquitos, en el Perú (mola más decir “el Perú” que “Perú”). Y lo que todo el mundo recuerda de esta película es el empeño de atravesar una montaña con un barco fluvial, así, de una pieza. Y el libro se llama “La conquista de lo inútil”. Y es mucho.

Otras cosas que molan de Herzog son películas como “Mi enemigo íntimo”, en la que cuenta como era su relación con el actor Klaus Kinski, una relación muy dura, incluso muy violenta. “Fata morgana”, “Grizzly man” o “Encuentros en el fin del mundo” son cosas fáciles de encontrar aquí.

Y llegamos a lo que más me gusta de lo que le he visto “The wild blue yonder”, que es ciencia ficción, con lo que ya era difícil que no me interesara. Y más cosas que me interesan de esta película es que está hecha con descartes de películas de la NASA y de documentales de submarinismo, películas viejas y escenas filmadas ex profeso, sobre todo, con Brad Dourif (maravilloso rostro, búsquese en el google). Lo que cuenta es como unos alienígenas que vienen de un planeta acuático intentan establecerse como una comunidad en la tierra y no lo consiguen. Los extraterrestres no son verdes, son como humanos (Dourif es uno de ellos) y no hay cohetes (más que los de la NASA) ni explosiones… cine tostón, me encanta.

Por cierto, creo que el director de la película de bomberos de la quinta temporada del "El séquito" ("Entourage") es un remedo de Herzog.

Y pa' ver, pues PinkFloyd + Kubrick, o lo que es lo mismo 2001+Echoes, muy muy largo. Apuesto a que ninguno de ustedes lo ve, y menos a que ninguno de ustedes busca la segunda parte



Extra tracks:

  • Takeshi Kitano. Sí, el de “Humor amarillo”, el de las películas sobre Yakuzas, el de historias tan hermosas como "Dolls", el de "Takeshis". Pues tiene una exposición en el Pompidu, donde expone cosas, y cosas son cuadros, esculturas. Y no puedo ir a París a verlo. Eso es a lo que me gustaría dedicarme, a ir a ver esas cosas.
  • Hoy con Público regalan "Dolls" (bueno, cobran "Dolls").
  • Mañana en Público “El derecho a la pereza” de Paul Lafargue. Un libro que va de eso, escrito por un cuñado de Carlos Marx. Yo lo recomiendo, pero no tengo a quién recomendarlo, ¿Carlitos quizá? Yo compraré el mío, y regalaré otro a la estupenda María (no la que conocen todos, la que conocen unos pocos).
  • Lo mejor: Un cinturón de herramientas y una luz de espeleólogo, de esas que se ponen en la cabeza.

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